La mirada del artista es fundamental...para entender la mirada que ese artista genera. Toda mirada está cargada de intereses: no existe una mirada que no transmita ninguna dirección de interés. Sigo con atención cómo el suplemento Radar de Página 12 convoca a artistas jóvenes para que describan a artistas mayores o a espectáculos del arte local. Y cuanto más leo ¡¡más extraño a María Gainza!! Un artista escribe como artista, lo cual es inevitable y hasta puede llegar a ser encantador, pero salvo en escasísimas ocasiones notamos esa familiaridad extrañada de su prosa, que luego de varios párrafos se vuelve un poco agotadora. Posiblemente los demás artistas no adviertan esto (seguramente menos lo entenderán los que no estén familiarizados con la escritura y la lectura de una manera intensa). Leí la nota de hoy de Carlos Huffmann y me aburrí al primer párrafo ¡¡y eso que adoro la obra de Carlos, sobre la que escribí en uno de los primeros post de este blog!! El texto está bueno si queremos acercarnos a Carlos y su obra, pero no me parece una buena idea si queremos abordar la obra de Marcaccio. No llegué jamás a Fabián Marcaccio y su obra sobre el rapto, pero sin embargo aprendí mucho de Carlos, de su sensibilidad y su mirada. Mi impresión es que Radar duplica la intención de esa página que se llama FAN y en la que los artistas dan su versión sobre una elección íntima realizada con una obra que les sea particularmente importante a sus afectos y elecciones. La diferencia es que en esta última es interesante ver cómo se construyen lazos emotivos profundos, mientras en estas centrales que resultan fallidas (ya había pasado lo mismo cuando llamaron a Leo Estol) lo que advertimos enseguida es la dimensión de un desafío que termina en obligación: algo que se hace con fatiga, en la que el artista trata de salir del paso como puede.
Otra buena oportunidad desperdiciada.
domingo, 17 de junio de 2007
Otro desafío que termina en obligación
Publicado por Anita en 13:37