miércoles, 27 de enero de 2010

Three Fucking Years

Hace 3 años comenzaba este blog.

¿¿Cómo fue?? Estaba en un locutorio. Problemas familiares.
Un locutorio es un lugar lleno de gente, pero cada cual necesita comunicarse con alguien que no tiene al lado. Cuando empecé en blog no me importaba tanto si estabas cerca o lejos. Pero sí escribir lo que sentía, como quien escribe una pared con aerosol.
3 años.

sábado, 23 de enero de 2010

En el 2010 quiero Jewelcity II, III y IV

Las adoro. Son lo más. Cada una de sus muestras es un tremendo regocijo.

¡¡Queremos más!!
Una de las cosas más lindas que me pasó en el 2009 fue que me invitaran a escribirles uno de los textos de catálogo.


Dice así:

"¡¡¡Jewelcity es el Dorado del Siglo XXI !!!. Y del XXII también. Y por ahí también el del XXIII.
Pero hay una diferencia enorme: mientras que conquistadores españoles del tipo de Aguirre o Hernán Cortés perseguían una leyenda, nuestras Conchetinas (¡¡¡Síiiiiii!!! ¡¡¡¡NUESTRAS!!!! ¿¿Y qué??) son ellas mismas una leyenda. Es más ¡¡¡los conquistadores las persiguen a ellas!!!
¡¡¡Si estas chicas son un TESORO!!!
¡¡¡A LA CARGA PIRATAS!!!
Nunca conocí un fashion más salvaje. Sexys, atrevidas, divertidas, divas, preciosas, cada una de sus obras es como una alfombra mágica que nos hace soñar con 1001 noches de lujo: ellas saben inventar todos los lujos.
Porque para disfrutarlos primero hay que crearlos. Esa es la magia del arte.
Gozar del lujo sabe hacerlo cualquiera (no me banco a Paris Hilton), pero saber a crear lujos ¡¡¡eso si que es fabuloso!!!
Vivir en el arte es vivir en una joya. Es convertir tus sentidos en diamantes.
Todo lo que podés ver reluce. Todo, todo. Hasta lo más idiota.
Como le pasaba al Rey Midas pero mucho mejor. Porque en este caso nunca será una maldición, al revés.

Si las Conchetinas te miran ¡¡vos serás una joya!!
Una queda embobada. Cuando estuve en Londres conocí Jewelcity, en Abbey Barn Road. A mí, que nunca me interesaron mucho las joyas ¡¡quedé reloca!! Es uno de esos momentos en los que te lamentás no ser rica para poder comprarte el local entero.
Es algo tan irracional… pero las joyas tienen su energía, su misterio. Eso es innegable. Son talismanes repoderosos. Cuando estás cerca, aunque haya una vitrina de por medio, el influjo actúa.
Las Conchetinas van por más. Quieren que esa energía te envuelva.
¡¡Y lo logran!!
Esta muestra es un ejemplo de su poder.

100.00 Kisses"

Anita
Mao y Lenin