Vos las pintás, las dibujás, las capturás con una foto, las esculpís, las recortás de una revista, las bajás de internet, las grabás de la tele, no importa: vas rodeándote de imágenes que sabés que te pertenecen ni bien las ves. Sabés que por alguna razón necesitás tener esas imágenes cerca y compartirlas con los demás. Después las ves todas juntas y sabés que esas imágenes que fuiste recolectando de aquí y allá arman una trama que se parece en algo a tus sueños. Que son parte de tu biografía. Imágenes que no hace falta explicar aunque te la pasás hablando de ellas con tus amigos que te preguntan una y otra vez por qué elegiste tal o cual, qué es lo que te llama la atención de ellas, o te dan explicaciones de lo más raras sobre tu elección. Los fotologs o bien son autobiográficos y narcisistas, una forma de exponer tu vida a los demás y que los demás te den participación en la tuya ¡¡vas eligiendo a tus amigos y conociéndolos por sus imágenes!! O por ahí te sirven para mostrar tu obra, hagas lo que hagas, sea un dibujo escaneado o una performance, o posiblemente sean esas imágenes que simplemente te encuentran en algún momento y forman inmediatamente parte de tu álbum personal, de tus locas visiones del mundo. En ese sentido, hay flogs que son muy estimulantes, como el de Bernice, de donde provienen las fotos que ilustran este posteo. Es un viaje increíble. No conozco a Bernice personalmente, pero disfrutando de su selección, sorprendiéndome con sus imágenes, es como si la conociera desde hace mucho: cada imagen tiene cautiva una sensibilidad, una forma de ver la vida y el planeta. No necesita explicarme mucho más. Hoy me levanté con ganas de ver una buena muestra sin salir de casa y este tipo de flogs me proporcionan esa posibilidad. Cada imagen capturada me abre caminos y caminos. Hay una canción que pasan por la radio todo el tiempo que dice ”quiero contacto humano”, reclamando un encuentro que no sea a partir de internet, del vínculo de pantallas. Soy de las que creen que desde internet podés conocer muy bien a una persona, incluso cuando no la conozcas personalmente. Establecés un contacto diferente, pero no por eso menos intenso. Como sucede desde hace siglos con el arte: todo lo que sabemos del Bosco, de Leonardo, de Van Gogh o de Andy Warhol lo sabemos primero por las imágenes que de ellos conocemos. El flog resume la historia personal de tu sensibilidad en unas pocas imágenes. Y eso está buenísimo.