Cada época tiene sus personas-faro: son aquellas que miramos todo el tiempo, que nos señalan los mejores elementos para seguir adelante en lo nuestro. No es el lugar del ídolo, sino algo bastante mejor, porque se trata de subjetividades que no exigen idolatría, todo lo contrario: entablan un diálogo muy fecundo, un feedback, son los grandes compañeros de ruta. Daisy Diamantina acaba de inaugurar su sitio. No se lo pierdan. Para visitarlo hagan click aquí.
Está buenísimo.
Lo más copado de Diana es que expande sus fronteras siendo muy generosa: su diccionario capta el pensamiento de todo el mundo del arte, es una suerte de radar que almacena todos los discursos que van ampliandose mas y mas a medida que se alimentan unos de otros. Algo parecido podríamos decir de sus videos: no tuve oportunidad de verlos, pero por lo que me comentaron iluminan zonas difíciles con una ternura absoluta, sin perder jamás esa zona potente que nos resulta tan necesaria. Diana nos demuestra que todos los formatos pueden ser un camino válido cuando tenemos algo urgente que decir.
martes, 20 de febrero de 2007
Políticas del aprendizaje diamantino
Publicado por Anita en 11:18