Yamandú Rodríguez es lo más. Algunos amigos me critican porque dicen que escribo maravillas sobre todos. Por supuesto, soy de las que responden flaubertianamente: escribo sobre mis gustos antes que sobre mis disgustos. De Yamandú me atrae su fisgoneo programático, su búsqueda en las zonas más reprimidas de todas las chicas: Yam proporciona el empujoncito mínimo para que despleguemos nuestras fantasías temidas; él es un atomizador de represiones. Lo mismo sucede con Daniela Luna, sobre quien escribiré más adelante. Me acuerdo de un reportaje en el que Pángaro decía: somos lo que parecemos, y yo agrego: debemos parecernos quienes no intentamos ser. Si Silvina Ocampo escribía sobre sus decepciones, ya que éstas la arrojaban a mundos jamás previstos, Yamandú improvisa mundos que todo el tiempo están a punto de no existir: sin dudas muchas de esas chicas no se hubieran animado a dar el salto y mostrarse sin que nuestro artista las hubiera estimulado. Eso es: Yamandú es un constructor de estímulos. ¿Escucharon a Loquero, su banda? Es impresionantemente estimulante. Ya ven: este muchacho nos lleva del pogo mental al no mental sin perder ni un mínimo de gracia y fisicidad.
Como si fuera poco, tiene sitio. Clickeá y te lo vas a encontrar. [Sitio de Yamandú]
sábado, 3 de febrero de 2007
Belleza y Fisicidad
Publicado por Anita en 16:39