Existen otras posibilidades, distintos caminos que amalgaman la sensibilidad, la potencia, el glamour, la diversión, el riesgo. Pienso en la increíble obra de estos dos muchachos: el infatigable Nekkro y el multifacético Dani Umpi. Dos héroes de este nuevo milenio. Ambos, cada uno, es poseedor de una obra única, multidimensional, delicada y a la vez potente. Ambos escriben, componen, Dani también es autor de una obra visual exquisita. Ninguno para de moverse, de ir y venir, mientras nosotros vamos husmeando en sus huellas. Son parte fundamental de la banda de sonido de nuestra década. Divinos.