Es casi una situación geométrica, de elementos en el espacio como si fuera un cuadro de Mondrian pero con personas. Desde chica mirando las pinturas de Mondrian me encantaban las líneas intermedias entre planos de color a las que en mi imaginación llamaba las fronteras. Miraba esas superficies planas y me decía: “si quiero estar en un lugar es entre esos rectángulos, pero no en esos rectángulos.” Cuando camino por la calle muchas veces me pregunto: “si esta ciudad fuera un cuadro de Mondrian ¿en qué lugar transitaría ahora?”. Pienso que con las formas de hacer arte pasa algo parecido. Hay artistas que se quieren múltiples. Escucho decir “Dani Umpi es un artista renacentista ¡hace de todo! Escribe novelas, canta y compone, tiene una obra visual, etc. Es un Leonardo de Tacuarembó”. Es muy lindo que digan eso pero no estoy de acuerdo. Dani no es una misma televisión con muchos canales: Dani es muchos canales y son los canales los que definen a la televisión y no al revés. Lo mismo pasa con los chicos de Mecto. Maxi Bellmann y Mateo Amaral son muchos canales a la vez: son Oligatega Numeric, son Fósforo Líquido, son Hipnoflautas y son muchas otras cosas.
Pero no sucede que si analizamos a los artistas que son entendemos la obra. ¡No! Porque ellos no son los mismos en cada una de estas agrupaciones aunque en un punto lo sean. Mecto no es Fósforo líquido aunque lo sea, Hipnoflautas no es Oligatega y Oligatega no es Mecto. Además están las obras de ellos por separado. Ya no se trata de un sujeto complejo que hace esto y aquello, sino de varios proyectos que terminan confluyendo en un mismo mar. Hace unos días César Aira me dijo “cuando regrese de viaje nos reunimos los cuatro”. Los cuatro somos César, Mao, Lenin y yo. Si Rimbaud decía “Yo es otro”, yo digo “Yo soy Mao y además Lenin”.
miércoles, 7 de marzo de 2007
Esa y esa otra somos yo
Publicado por Anita en 9:31