¡¡Bienvenido 2008!!
Imaginemos por un instante la ola. Una gran ola. Como la hiperfamosa de Katsushika Hokusai pero diez veces más grande. Hay artistas que se sueñan surfers: la ola es una fatalidad y el artista debe surfear sobre ella. Caerse lo menos posible. Hacer lo que sea para circular con potencia. Con elegancia.
La ola es el mundo del arte, pero también el tiempo. Porque cada época es un paisaje diferente. Y el paisaje-ola de enero de 2008 es diferente al de cualquier otro tiempo.
Otros artistas, en cambio, piensan la ola como ingenieros hidráulicos. Saben que la ola tiene su propia dinámica, pero están convencidos que, aunque sea mínimamente, pueden influir en ella. La ola no les es ajena. Ellos se saben ya parte de la ola. Por lo cual se llevan bien o mal con ella como cada uno de nosotros se lleva según los días bien o mal con uno mismo.
La distinción es muy importante. Porque nos indica cómo cada uno piensa al sistema.
Me encanta empezar los post del 2008 con Charlie Herrera. Porque es el chico polémico del momento. Divide aguas. Y lo seguirá haciendo, porque es nuestro ingeniero hidráulico del momento.
Charlie es un artista provocador y sumamente inteligente. Su obra es variada en sus materiales, pero se dirige como un misil enamorado a sus objetivos.
Ahora el lío comenzó porque es el nuevo director de los museos más importantes de Rosario. Una de las noticias más importantes del año pasado. Porque marca un hito: un artista de la generación doble cero se institucionaliza.
Ya conocíamos (aunque no en profundidad) sus proyectos de gestión, especialmente Marasca Trip. Incluso a muchos protagonistas de la generación doble cero les cuesta asimilar que una gestión puede ser una obra de arte.
Puede serlo o no. La discusión es fascinante, porque en el futuro sin dudas se rehablará sobre el tema. Lo que escucho todo el tiempo es lo siguiente: 1) ¿Es Charlie un títere de Farina? 2) ¿Usará su gestión para promocionarse?
Acá van mis impresiones: con Charlie de director, la gestión de Farina continuará su marcha, eso lo sabemos. Pero ¿no está rebueno? Hay gente que se olvida que Farina hizo la mejor o una de las mejores gestiones institucionales de los últimos años. A mí particularmente me entusiasma que Charlie pueda profundizar esta gestión. Que se suba a la ola de Hokusai y haga cosas desde ahí. Vayan mis mejores energías para que eso suceda.
Con respecto al segundo de los interrogantes, ¿le hará bien o mal la gestión a su obra? ¡¡Que bueno que un artista tome ese desafío!! Nos ayudará a pensar la gestión de otra manera.
Voy a ser mala, pero pienso en el Museo Nacional de Bellas Artes y veo momias. Los viejos dinosaurios de siempre. Ya sé que la imagen que tiene que dar el MNBA es otra, pero a mí me aburre. Mucho. Como espectadora me interesa poco. Prefiero ir a ver una película al cine.
Está bueno que podamos elegir. A mi particularmente, me interesa lo que pasará a orillas del río Paraná.
Charlie: mis mejores ondas para tu gestión. Ojalá puedas hacer gran parte de lo que tu temible cerebro está elucubrando.
miércoles, 2 de enero de 2008
Un misil enamorado y la ola
Publicado por Anita en 12:09