jueves, 3 de enero de 2008

Soy re 008. Re. Y vos también.

Vos tenés tu propio tiempo. No es nada fácil de sostenerlo, eso ya lo sabemos. Porque tu deseo y tu intuición chocan todo el tiempo con el deseo de los demás. Hay artistas que ceden una y otra vez al deseo de los otros. Siempre es bueno escuchar. Y es imprescindible saber cómo recibir lo que escuchamos. Todos necesitamos ser reconocidos. No sentirnos solos. Encontrar voces y gestos que puedan sostenernos. Esa es la línea delgada.
Hoy voy a escribir sobre la obra de Mariela Scafati. Porque Mariela es una artista que sigue su ritmo, que respeta su deseo en pleno diálogo con los demás.
Cada época tiene sus imágenes madres. Llamo imágenes madres a las que se reproducen como icono de un tiempo. Son esas imágenes que la gente de las redacciones de los diarios y revistas creen que deben publicar para dar cuenta de lo que sucede. Un medio publica una imagen, y los demás enseguida se copian porque no quieren ser menos.
Así, una imagen se convierte en icono de una época.
Claro que esa imagen no es cualquier imagen. Esa imagen siempre es relativamente conocida por la gente de un medio. Pero su suerte no obedece a otra cosa que a un capricho institucionalizado, que finalmente es el que determina que una imagen artística se transforme en un símbolo de época.
A mi me interesa más esa época que no coincide con el capricho institucionalizado. Me interesa como un artista sigue adelante con su propia convicción, que a veces puede nacer de un capricho. Pero es un capricho tan potente que mueve montañas. Un capricho a la Francis Alÿs.
Mariela es de esas artistas. Simplemente sigue. Es parte de su tiempo, no del tiempo de los medios. No del tiempo de los demás.

Después, en los libros, los tiempos toman otros rumbos. Estuve mirando viejos libros de arte. Que un artista se arrime a la imagen icono del capricho institucionalizado de la época no le asegura ningún sitial en los libros de historia del futuro.
Por eso lo mejor es escuchar siempre el propio deseo.
¿¿Qué es ser 008?? Estar atenta a lo que sucede. Simplemente eso. Porque cuando digo que hay que escuchar al propio deseo quiero decir también que no hay que poner tapones de cera en los oídos. Todo lo contrario.
Mariela para mí es un ejemplo de la artista que siempre está, que conoce perfectamente lo que sucede, que nunca deja de estar activa, pero que siempre hace lo que quiere.
Es una artista con una obra heterogénea a la que siempre le creemos.
Porque para mí un tiempo, ante todo, tiene que ser creíble.
Mi deseo es ser re008. Hacer lo que mis ganas me dicten con los ojos y los sentidos lo más alerta que pueda.
Sin dudas, cada uno de nosotros tiene un estilo de estar alerta.
El mejor instrumento para investigar el perfil visual de un tiempo.
Me encantan los artistas que nunca repiten lo que dicen los demás.
Los que dicen lo que les parece, aunque se equivoquen.
Gumier Maier es otro artista que escucha sólo su deseo.
Y ese es su tiempo.
Un tiempo muy diferente al nuestro.
Es una lástima que los suplementos de los diarios sean el instrumento que mayor atrasa.