La estridencia cambia mucho, es decir, no siempre es una molestia. A veces buscamos la estridencia. Durante mucho tiempo los buenos modales del arte se comportaron con suma ambigüedad en su presencia. Por una parte, siempre estuvo de parte del mal gusto, de lo evitable, al menos que una causa importante la llamara a escena. El escándalo de un burgués en las vanguardias o la épica política por otro. Sin embargo, vivimos en una época de estridencias. Ni siquiera es privilegio de los medios, grandes o pequeños. Sino que hasta el boca a boca hoy resulta estridente. Por lo cual hay muchos cultores muy enérgicos de la anti-estridencia. No es fácil conseguir la anti-estridencia, aunque la cultivemos mucho. Es una flor rara. Re-rara.
La estridencia es la regla. Incluso en el susurro. Debe decir mucho y ya. Todo junto y ya. Todo debe verse ya, hacerse notar ya, robar cámara ya. Si eso no resulta, la sombra del fracaso sobrevuela.
Es muy común escuchar a un artista decir “me fue muy bien con la muestra; salieron tres notas y fue mucha gente”. Siempre los números, las estadísticas. Incluso el marketing de la resta; mucho de lo póvera y trash es eso: el otro estruendo.
Por eso necesito rendirle homenaje a los que escapan de la lógica de lo estridente. Necesito contarles de u proyecto que me alucina, porque es la multiplicación de la falta de estridencias. Un proyecto de sumatoria de artistas que no necesita del logo de las grandes multinacionales o de fundaciones extranjeras. Un proyecto calmo, preciso y contundente.
Sí, tal cual. Necesito hablarles del Proyecto Panda.
Es multiplicante sin necesitar ser una máquina infladora de egos. Por ejemplo, acerco a este post obras de Celina Hilbert y Carolina Colmenero.
¡¡Es tan bueno encontrarse con propuestas tan sensibles que no vengan recomendadas una y otra vez en los suplementos y ferias y premios!! ¡¡Es tan bueno saber que hay gente tan copada haciendo sus obras sin necesidad de pasear sus figurones de artistas en cada inauguración del circuito más fashion!!
El Proyecto Panda simplemente exhibe.
Pone en escena artistas que no corren detrás de la estridencia. Que encuentran otros medios mas amables. Que no necesitan bajarse de ningún carro porque jamás se subieron a ninguno.
No es fácil dar con ellos. Hay que buscarlos, muchas veces no están en el lugar más indicado.
Bueno, ahora sí. Ya lo sabemos.
Están todos reunidos en Panda.
Por suerte para todos.
jueves, 6 de diciembre de 2007
Una flor rara como un Panda
Publicado por Anita en 23:15