sábado, 28 de abril de 2007

Otra vida brillante

Pienso en la oscuridad y enseguida me asalta la sensación de caminar a ciegas, de moverme y en un mundo donde las formas son esquivas y me obligan a adivinarlas en un tiempo que parece eterno. Estaba escuchando una compilación que me hizo un amigo de un montón de grupos darkies de los 80 y 90 y me colgué en un trip interminable de metáforas de oscuridad. Y me di cuenta que no sé resolver el dilema: ¿¿la luz es una rara condición de la oscuridad o al revés?? Hace un tiempo atrás (que ya me parece milenario ¡¡muchas cosas suceden en esta vida!!) Luter me dejaba unos mensajes increíbles y yo no lo conocía ¡¡y hoy soy re-fan!! Luis Terán es un artista que pone a prueba todo el tiempo mis sentidos. Vivimos tan acelerados en este mundo de vértigos automáticos que pocas veces nos ponemos a pensar cómo sería nuestra vida sin electricidad. Además de las canciones dark me vinieron a la cabeza esas imágenes de Matrix en las cuales Neo aún no es Neo y está en una especie de probeta conectado a un enjambre de cables que le absorben la energía que luego utilizan las máquinas. ¿¿Qué haríamos en un planeta sin electricidad?? ¿¿Qué clase de animales seríamos?? La obra de Luis es directa, bella, inspirada e inmediata y me llena de preguntas. Nosotros somos electricidad en movimiento y nuestro cuerpo ingiere luz por cada uno de sus poros ininterrumpidamente. Imagino mi cerebro como una increíble masa de puntitos de luz y energía y flasheo. Estoy escribiendo este texto delante de una pantalla que es toda luz y me imagino cómo debe verse mi cara desde dentro del monitor. ¿¿Y si Alicia de Lewis Carroll se hubiera perdido en un mundo de luz adentro de del monitor?? Hace poco leí un libro que decía que las sombras son almas fugitivas. La maravillosa obra de Luis (¡¡que además es galán de kamishibai!!) es un passwork a ese mundo donde las luces nos interrogan sobre ellas en nosotros y nosotros en ellas. Un masaje reactivador de neuronas y súper hipnótico.
Lo que tiene de bueno el arte es que no parás de conocerte a través de gente que comparte sus experiencias más copadas, y no dejás de interrogarte sobre cada mínima presencia de este movilizante universo.
Luis: sos un genio.