Sucede lo increíble en un espacio muy chico. En serio muy chico. Si lo bueno venía en frascos chicos lo desconcertante también. Por ahí “desconcertante” puede significar “fuera de concierto”. Me gusta eso. Es lo que sucede con las pinturas de Ana Chabrillón. Me encanta de ella que es una artista fuera de época. Me gusta cuando un artista no se deja ganar por la histeria del soporte y puede hacer lo suyo plácidamente. ¡¡Es tan saludable!! Tanto como una instalación extrema que espante a los más conservadores. Los cuadros están pasados de moda que ya no pasan de moda: están fuera de cualquier moda. Las obras de Ana son ilustraciones fuera de contexto. Me gusta también eso: no tiene la pretensión de la gran pintura, de superar a Tiziano o Picasso. Todo lo contrario: hace que lo maravilloso surja de un espacio muy chico. Son pequeños y divinos cuadritos. Ana los realiza reminuciosamente. Están en las antípodas del trash. Yo soy refan del trash, pero me cansa cuando se convierte en una fórmula. Hoy hay muchos artistas fórmula. Por eso es bueno encontrarnos con una producción como la de Ana.
De Ana a Ana: me pasa algo muy especial con lo que hacés. Es como de repente descubrir algo fuera de lugar. Tus obras son esas obras que ningún curador llevaría a una bienal internacional porque no dan con el target. Ningún curador te llevará a la Bienal de Venecia, Porto Alegre, Sao Paulo o Kassel. Ni siquiera a la Bienal del Fin del Mundo. Olvidate. No pasará. No podrán verte. No sabrán verte. Y eso no hace que tus obras no sean tan buenas como las que ellos eligen. Es una cuestión de formato. De personalidad. De saber venderse en un espacio. Tengo una especial predilección por los artistas como vos. Que hacen su obra en un espacio cultivado fuera de la locura del mainstream. Que impacta por su delicadeza. Que está verdaderamente fuera de lugar, lo cual refuerza su preciosismo. El tema es que los curadores internacionales tienen que competir con otros curadores internacionales ¿¿viste?? Y por eso se retrucan con formatos espectaculares. A veces su espectacularidad pasa por lo anacrónico, por lo poco artístico. Por el querer estar al día en todo momento. En conciliar su tarea con la de todas las instituciones que auspician y financian.
¡¡Por suerte pasan tantas cosas por todos lados!! Hoy por hoy lo más interesante no está en las bienales ni en las curadurías internacionales. ¡¡No!! Está en encontrarse artistas como vos.
Ojalá los curadores y críticos aprendieran a ver artistas como Ana. Lo que llamamos arte sería más rico. ¿¿Ustedes se imaginan a una artista como Ana en el Malba?? Yo no. Hay que ser demasiado histórico o demasiado trendy. Y no me parece nada mal, porque finalmente el Malba es un museo privado y pueden exhibir lo que quieran. Pero obras de este tipo no ingresan ni por suerte en el MAMbA.
Es una lástima, pero las instituciones retrasan: a los artistas, al arte y a ellas mismas.
Ana: me gusta mucho tu obra.
Me hace bien.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Tan fuera de lugar
Publicado por Anita en 17:26