Juanita Blee es Tamara López. Y al revés. Hay días que es ella quien elige. Otros, simplemente es así. Sucede simplemente que despierta siendo Juanita. O Tamara. Por ahí algún día se despiertan ambas al mismo tiempo.
Compartimos algo: que somos las dos un poco kantianas. Pero no porque necesariamente sigamos el pensamiento del filósofo top. Sino por algo más doméstico y casual: siempre vivimos en el mismo lugar de la ciudad. Kant vivió siempre en el mismo sitio de Königsberg, su ciudad natal. Juani y yo vivimos todas nuestras vidas en el mismo cuadradito del mapa de la guía Filcar.
Posiblemente eso nos haga entender la realidad como un collage. Digo mal, no es un collage. Es una terrible costura.
¿¿Por qué las costuras??. Para que no se escapen. Lo pegado se despega, Pero lo cocido está atravesado, no quiere que se vayan.
Ahora ellos son de ahí. Y si se quieren ir, se desgarran.
Nosotras queremos que sean de ahí.
Vemos que las cosas están fuera de sitio. Pero en verdad no lo están. O sí.
Vemos a las presencias que nos gustan por todos lados. También yo me encuentro con Blancanieves en el subte. Y en otros lados. También me gustan mucho las estaciones de subte. Los túneles protegen a las criaturas que poblaron nuestra infancia. Al osito Winnie The Poo. O a Kitty.
Son figuras míticas. Mi abuela vio a Blancanieves cuando era chica.
Nosotras crecimos con Kitty. Todas nuestras vidas estuvieron ahí.
Los amigos de nuestra artista le regalan las figuritas para que las añada al subte para siempre. Juanita nos las regala a nosotros, con estación de subte y todo.
¿¿Será por esto que siento tanta sintonía??
A mi también me parece que está bueno no saber a veces lo que pienso.
¿¿Juanita vive dos vidas?? ¿¿O es una que tiene muchas caras??
En todo caso, son gemelas como Cástor y Pólux, que titilan por separado en nuestros ojos.
lunes, 18 de agosto de 2008
Pienso que también está bueno no saber lo que pienso
Publicado por Anita en 21:44