Iba a esperar.
Lo pienso un poco mas y no sé por qué.
Pero sentía que había que esperar.
Que lo que fui acumulando en cuadernos y libretitas y papeles sueltos
durante todo este tiempo tenía que volcarse en posts con un cierto orden.
Esto era lo que no tenía en claro.
De qué forma, con qué frecuencia, cuál primero, etc.
Además, tengo que revisarlos.
Es también volver a experimentar lo que me pasó en cada caso.
Yo pienso que cuando se escribe sobre arte
es importante saber lo que sentimos.
Me critican por esto, pero no me importa.
Lo hago como quiero, nadie me corre.
No tengo patrones. Ni otra motivación que sean mis ganas de aprender,
ese famoso "amor al arte".
Tengo todos los papeles sobre mi mesa
y anoto el orden
y de repente...
aparece esta pintura de Adri Minoliti.
La volví a ver. Ya la había visto.
Y me emocioné.
Mucho.
Mucho.
Muchísimo.
Muchísimo muchísimo.
Me gusta su actitud, de mostrar cómo crece un cuadro.
De explorar las diferencias.
No sé, es reloco, pero necesité escribir esto.
Mostrarles la imagen.
Voy a escribir sobre el tema.
En otros posts.
Ahora vuelvo a mis papeles.
Pero me siento mucho mejor.
Les conté lo de la pintura.
jueves, 23 de abril de 2009
Seré una impaciente, puede ser. Pero esta pintura sin terminar de Adri Monoliti me encanta.
Publicado por Anita en 21:39