miércoles, 25 de abril de 2007

Hundirse en lo incierto y llevar la debilidad al extremo

Ayer leía un número viejo de la revista Rolling Stone, con tapa foto de Pettinato vestido de Willy Wonka, el personaje fabuloso de la película de Tim Burton, donde el conductor de televisión decía: “todo artista tiene que perder el control alguna vez; los artistas se caracterizan por perder el control”. Estuve toda la tarde pensando en eso ¿¿qué quiere decir perder el control?? Hace poco vi un documental de Mondrian en el que se pasaba horas ordenando los elementos de su taller y recordando esto volvía mi pregunta de otra forma ¿¿de qué forma perdería el control Mondrian, si es que alguna vez lo perdía?? ¿¿un artista es mejor artista porque pierde el control?? Yo creo en algo diferente, en el despojo. Me enamoro de los artistas que en un momento van despojándose y ofrendando aquello que más valoran: no los artistas que lo hacen todo para ser cada vez más poderosos, sino por el contrario, aquellos que saben volverse más y más vulnerables. Porque cuando se habla de riesgo del artista no lo entiendo en ningún otro sentido: los mejores artistas se atreven una y otra vez a dialogar y exponer su debilidad. ¿¿La confusión es debilidad?? A veces, otra veces puede ser puro narcisismo. La debilidad es el riesgo, es poner en escena las propias dudas, jugarse en lo incierto. Eso se lo escuché decir a Rafael en una charla y lo anoté: “nada nos convoca más que lo incierto”. Él lo decía me parece por las curadurías que defendía, no las que tienen tesis previas sino aquellas que “ensayan incertidumbres”.
Para mí Fabio Risso es absolutamente incierto, y con esto quiero decir que es un artistazo: un artista súper potente porque es un artista de la debilidad. Una de las preguntas que Diana Maestra propone en su sitio es ¿¿ser artista te vuelve mejor persona?? Una “diana” es un dardo preciso y Diana siempre es muy precisa y otra vez da en el blanco con la pregunta perfecta: no tener miedo a ser débiles nos hace mejores. Debilidad es todo lo contrario a cobardía: es asumir que no siempre se gana o que se gana de otra forma. Y eso está buenísimo.